FIESTA PATRONAL  EN HONOR DE LA VIRGEN DE LA PEÑA DEL MAR.         
  (PLAYA DEL CASTILLO DE CALETA FUSTE)
        
ANTIGUA - FUERTEVENTURA.

12-10-2006.
Pascual Calabuig Porcal

        
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            Mis saludos y mis respetos aI representante del Itmo. Sr. Alcalde de Antigua, a su Corporación a mis amigos y amigas; majoreros y visitantes. A todos.  Buenas noches    
            Solamente tres son los pregoneros que ha tenido esta moderna fiesta mariana. Petrín Quintero Calero, (primer nacimiento femenino de la historia  que se produjo aquí), Victoriano Franquis de apellido con tanta significación en La Antigua y Vicente González, del Cotillo, vinculado también por fuertes y viejos lazos a este Castillo.                                                

            Muy corta historia tiene pues nuestra  Virgen de la Peña del Mar, Patrona de los Submarinistas.
            Historia corta pero curiosa y hasta emocionante
            Recordemos  sino su origen.

            Es como una pequeña escalera de siete peldaños. O como una película, aunque sin imágenes.

            Se trata de un submarinista  barcelonés afincado en la isla, apuntando a un sacerdote que debería  hacerse  una réplica en plomo  de la Bendita Patrona de Fuerteventura, y entronizarla en el  fondo del mar para recibir,  también desde allí, su favor divino.
  
            El sacerdote canario, a la sazón Párroco de Puerto del Rosario, que lo comparte y lo publica de inmediato en su hoja parroquial  solicitando la aportación voluntaria  de pequeños trozos  de plomo para que así  participe todo el pueblo majorero que quiera estar  en el empeño

            Un periodista radiofónico a quien le piden que lo pregone y repita encendiendo entusiasmos.

            Un pueblo  que respondió a la llamada aportando con creces esas cantidades  de plomo  


            Un fundidor que se dispone a hacer la colada de 45 kilos del pesado metal.

            * Un tallista  escultor del pueblo que se compromete al vaciado de la imagen y su divino retoño..


            * Y unos ciudadanos que  una vez hecha, llevan la obra al lugar elegido donde la fondean y apresan atornillada  sobre una fortalecida base de cemento en la Playa.
            * ESO ES, NI MAS NI MENOS, RESPETADOS  AMIGOS, LO QUE BASTÓ PARA DESPERTAR UNA DEVOCIÓN ESPIRITUAL NUEVA Y CRECIENTE.

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            Pero, una vez culminada, nadie pudo suponer que, suspendidas las visitas por motivo de obras turísticas  en marcha, resulta que, casi en silencio, y sin que nadie haya definido claramente  cómo, apareció el desastre que aun ahora sigue lastimando.
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            Se trata de que comenzó aquí la  construcción de un muelle cuyo talud de escollera se supone pasó por encima de la imagen sepultándola.
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            De esa manera se perdió la referencia, pero nunca murió, porque todavía palpita, y ¡hasta se agranda¡  el amor que le dispensó la gente   desde su entronización de hace 39 años.
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            Así pues igual que entonces pregoné  por radio  la idea de Jaime Gil (que era el submarinista), y el llamamiento de Don Leonilo Molina (que era el cura), resulta que ahora, invitado  por el Sr. Alcalde y Corporación  del Municipio de La Antigua, soy yo quien pregona, casi 40 años después, la  Fiesta de la Virgen que inopinada simbólicamente, como ya queda dicho, ayude a construir.
      
            Anticipo que éste es  pregón sin políticas ni historias de interés añadido
    
             Lo que sí tiene son añoranzas que  conté y mantengo cargadas de afectos para cuantos conocí, y para el querido entorno, pero, sobre todo,  cargado de respeto a la imagen y el significado que entraña.
    
            Para ello quiero comenzar  contando la historia de una que fue hermosa pero pobre playa  del Castillo, hasta convertirse, como es ahora, en riqueza, catapulta  de millonarios de la construcción y el turismo, aunque a estos les faltara, (y sería una pena que les siguiera faltando  aún) el valor, la sensibilidad, memoria  o compasión, para hurgar en los fondos y salvar  a  la Virgen soterrada.
        
                  Frasquita Calero la del Castillo, fue testigo presencial         de todo el proceso de esta playa desde hace más de 70 años.
    
            Por eso la convierto  en eje de la historia que comienza incluso antes de nuestra
Patrona de los submarinistas, citando a gentes que posiblemente  no todos conozcan pero que  son las primeras que vivieron aquí
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            Pido perdón primero  por cuanto me pueda alargar en el relato , pero pido también su paciencia y comprensión ,  a cambio del cariño con que lo hago y  del valor histórico que puedan tener  las cosas que contiene el entorno de este querido rincón, que, cuando muchos de ustedes aun no tenían  uso de razón, o ni siquiera habían nacido, o  aun no habían venido por esta tierra , ya  me traía a mí y a mi familia  felicidad, admiración y descanso.
  
 Y comienzo.
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            Era en los años 60. Y en el mes de agosto, que es cuando llegan  las mareas mas altas  como si quisieran acercarse a las  Vírgenes Patronas  de las Islas Canarias, casi todas ellas tan veraniegas  como la de la Peña majorera, con  mas de cinco  siglos de historia  y cuya Fiesta Mayor del pasado mes sobre cielo y tierra, quisimos alargar también ahora  hasta el fondo de la mar.
  
            Para ello nos hemos de situar en el pasado de Caleta Fuste, paraje idílico pero solitario hace unos años y  emporio de riqueza turística de los tiempos presentes.

             Aquí, nació la réplica moderna de la Virgen de la Peña , con   el propósito de convertirla en Patrona del mundo submarino desde 1967, y  de ella, me convierto en pregonero.                    

            Doy gracias, tanto por haber sido elegido para ello, como porque tuve participación en su origen, y porque. Además,  me retrotrae el recuerdo de mi juventud y mi primera llegada al Castillo para vivir y conocer a quien, con todo merecimiento, lo lleva casi como apellido propio porque por él la conocen; me refiero a  FRASQUITA LA DEL CASTILLO   .
  
            Bien, pues iba yo un mes de agosto (1965)  rumbo a la casa de Frasquita sin saber quien era, ni donde estaba, y llegué asustado              
  
            Porque en aquel tiempo, viniendo de Puerto del Rosario, había que tener cuidado primero  de no embarrancar el coche al pasar el barranquillo del Matorral, frontera que, entonces, sin puentillo, separaba y aun separa  los municipios del Puerto y La Antigua.
  
            Además de frontera entre municipios., el lugar era despensa de agua  y riqueza  de mis amigos los Franquis, Tobita e Isidro que a mi parecer tienen la vieja  propiedad dividida en los dos pueblos.
    
            Aparte de eso, se seguía carretera adelante   pasando Bello Horizonte  y seguir hasta la altura hasta la altura de la que era  rotonda del Castillo.
  
            Ahí es donde comenzaba un desvío de simple camino señalado en gran parte sobre la arena de la playa  por los neumáticos de algún  coche anterior hasta que  lo volvía a borrar la mar.  

            Mi llegada coincidió con una marea alta y fue preciso meter el coche sobre la lengua del agua  que entonces llegaba hasta los riscos.
  
            Proa al Castillo iba entonces camino de conocer a Frasquita.
  
            Y nunca jamás pensé, ausente y señora mía, que usted y yo , casi medio siglo después , mantendríamos el mismo respetuoso afecto (ahora emocionado recuerdo por su muerte) despertado en vacaciones, en sitio entonces modesto, solitario y escondido, como eran  su  casa o sus chamizos,  y ahora convertido en lugar de peregrinación para una Virgen de la Peña, a la que asignaron los fieles, un hogar Santo en el que sentir la devoción del submarinista y de las gentes que viven junto a la mar o sobre ella..

            Me enteré de que hace unos años, con usted aun en vida, se pensó dedicarle un monumento y el homenaje de un pueblo turístico. Y que en su   apartamento, habían tomado medidas de su estatura, volumen etc.,  se supone que para modelar su busto o figura.

            Pero todo se quedó en honores que nunca se llevaron a efecto.
    
            Aquellos que lo pensaron, como seres humanos que son, se olvidaron del compromiso que ya no pueden cumplir con usted en vida, porque, lamentablemente, usted se murió.
  

            Cuando definitivamente  le hagan ese Monumento recordatorio,(que se lo harán porque no se puede prolongar para siempre el desagradecimiento)  servirá para alegrar hasta las piedras que usted tanto conocía, y se alegrará también la mar por poder seguir susurrándole al oído, como  hizo toda su vida, y se alegrarán tantas generaciones de gaviotas que en su vuelo estuvieron viéndole,  siempre la misma, enlutada y  pañuelo negro a la cabeza.

            Estoy seguro que ni siquiera por olvido, llegarán a desaparecer nunca de Caleta Fuste, ni el Castillo que ya hace 263 años  construyó el ingeniero militar Claudio Lisne,  ... ni el nombre de la  Frasquita que un día agarró sus cuatro trapos de Trijivijate, donde nació,  y se puso a vivir junto al Castillo en las chozas marineras que fueron, con su marido  Miguel Quintero,  su barrio, el gran corral  para sus gallinas y sus cabras hasta que murió .
  
            Tengo por seguro que permanecerá el Castillo porque nadie puede atreverse a cometer el pecado mortal de derruirlo.

            Y permanecerá el recuerdo de Frasquita porque ya tiene continuación en un restaurante de la Playa bautizado con su nombre.
  
            Y cuando ese bar se caiga por viejo, por terremoto o temporal, reaparecerá su nombre coronando cualquier otro complejo, hotel o montaña,  porque  ya es una tradición.
  
            Es posible que la gente piense y hasta alguno asegure que su histórico bar se encontraba situado en el lugar del restaurante de ahora.

            Y nada más lejos de la realidad.

            Que para conocer su enclave primitivo y haberlo frecuentado hay que tener bastantes años de edad y haberse atrevido a visitarlo por los caminos de entonces,  porque aquello era  lo que ya he contado; todo  playa, sin un árbol; camino  de tierra, roca, arena y mar,(sin ardillas por supuesto) con un grupito de casas y chozas cerca del Castillo en sí, Castillo cuya silueta se veía desde lejos como  una impresionante mole, y ahora ya ven que está como escondido.   -----------------

            Ahí es donde comencé  a conocer  y querer a esta vieja isla aparentemente esquelética  y seca, y en cambio tan pródiga; tan pintoresca en sus vaguadas y pequeños valles donde unas aspas, de molino, unas poleas , una bomba  de absorción , el hilo del que tirar para soltar o frenar el molinillo, y el  viento, aliado permanente, son suficientes para poder  regar y mantener verduras y hortalizas, en pequeñas parcelas, con árboles frutales, pocos, pero de especial  sabor y concentración  alimenticia.              
                    
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Conocí a Frasquita y la  isla gracias a un compañero majorero.

            Un periodista del que leí las primeras soflamas religiosas cuando se acercaba cada año la celebración de la secular Virgen de la Peña, y para el que se  rotuló una calle de la capital majorera con su nombre  JUAN JOSE FELIPE  LIMA.

            Merecido reconocimiento        

            Seguro que el periodismo de Juan José  no trataba de los grandes acontecimientos  del mundo,  pero si, como vino haciendo también    Gerardo Jorge Machín, hasta su jubilación, y otros que como Tero y otros, siguen hablando con amor de los acontecimientos de su tierra y de su gente.

            Al recordar a estos  informadores, caigo en la cuenta, de que yo conté  con dos de ellos como  mis corresponsales en  Fuerteventura.
  
            ¡Cuánto tiempo ha pasado¡
  
            Juan José lo fue de mi  emisora ,(Radio Atlántico) y Gerardo Jorge de la radio , primero, y de Televisión después .

            Andaba yo, sorbido por el trabajo, deseando descanso, lejos de gentes, micrófonos  y máquinas de escribir, y desde aquí me  decía Juan José Felipe Lima.
           
            "-Descansar?, Que tu quieres descansar?. Yo te diré donde puedes.     Es un lugar, único, solitario e incomparable. Muy modesto y  fácil de afrontar en el gasto porque no es caro"...

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            No podía soñar él, ni tampoco yo, que ese  lugar,..Único...Solitario e incomparable; el Castillo de Caleta Fuste, iba a ser, como es,  pasado medio siglo, avispero de atención turística internacional y donde, en nombre de la fe, se instalara
LA VIRGEN DE LA PEÑA DEL MAR, NOMBRADA, PATRONA DEL SUBMARNISTA y ante quien me encuentro ahora recordándola a usted, Frasquita y, lo mas importante para mí siendo pregonero de la Fiesta.

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            Juan José  Felipe Lima es pues quien me trajo hasta aquí , y aquí seguí viniendo con mi familia  durante un montón de años... y de aquí partí para conocer todos sus pueblos, desde el Cotillo hasta el Cofete.    
           
            Ocupé las dos habitaciones que tenía  Frasquita; utilicé  el único baño aquel situado en la fresca  terraza en el que cuando había "reboso" me salpicaban las mareas que subían    por encima de sus escalones;  desayuné  su invento de las viejas secas puestas en aceite y vinagre durante la noche; y comí sus caldos de pescado y sus fritangas .

            Vi a Frasquita, siempre firme, digna, detrás de aquel corto pero alto mostrador sin dejar prosperar confianzas ajenas.
  
            Mas de una vez le oí como justificación de sus secas  actitudes  la máxima que empleaba; la de RESPETAR PARA SER RESPETADOS; le ayudé a "enguindar" mas de una vez las aguas de aquel sorprendente  pozo, situado mas o menos donde esta ahora la gran piscina  del complejo, casi al nivel de la mar.
  
            Tapaba su brocal con maderas para que no entraran la "tarrosada" de las noches o las "arenas voladoras" de los días ventosos.
  
            Estaba  casi a la lengua de la mar,  muy a mano, frente mismo a la puerta de su cocina  hecha de piedras, cal y cantos, en la que recuerdo se cocinaban   aquellos pulpos que  siendo niños capturaban sus hijos Miguelín, y Petrín y mis propios hijos.
    
            Los sancochaba usted poniendo en el agua un tapón  de corcho, porque decía que eso los ponía blanditos para comer. Confieso que aun sigue mi mujer con simpatía aquel consejo culinario.
  
            Frasquita, cuento estas cosas suyas en el pregón de la Virgen de la Peña porque fue usted la primera de los humanos haciéndole  frente a la vida aquí ,domando esta ensalitrada costa con la dignidad y valentía con que lo hizo, y mereciendo desde entonces el homenaje que aún le deben .

            Viuda  con dos pequeños hijos, entonces de uno y de tres años.

            Su marido había muerto a causa  de la mal curada mordida de una morena que se le engangrenó.  Así me lo contó.

            No había médico alguno en ese sector; y de transportes nada de nada.

            Además, tanto silencio y tan poca gente había, que sus cabras me despertaban con el balido matinal aunque balaran desde Juan Ramos  muy lejos porque vivían sueltas.

            Usted mantenía firme la bandera de la rigidez de su trato con la familia .Y comprendí, desde entonces, sus esfuerzos por llevar  a sus hijos por el buen camino.
    
            Fue conocida por cuantas gentes pasaron  por el Castillo de Caleta Fuste.
           
            No había, en aquel desierto, otro establecimiento para refrescar, comer, o simplemente beber agua.
  
            Vivió aquí cuando no había nadie mas con carácter fijo, y aquí murió cuando esto se había llenado de gentes de todos los países.  
  
            Su historia, hasta llegar a estos tiempos es densa, plagada de luchas, sacrificios, y privaciones pero aún llegó a sentir la gran alegría  de que  este terreno en el que se defendió para vivir, acabó convertido en lugar de peregrinaje por una Virgen submarina que por añadidura  es réplica de la Patrona de Fuerteventura con la participación activa de miles de majoreros aportando la materia prima.
  
            Ya se ha contado, hasta por su propia hija, que aun con la dificultad de aquellos primeros tiempos llevaba a sus hijos al colegio y a  la vez atendía sus trabajos al volver de los cuales les   recogía  retornando a esta Playa que no habitaba nadie mas de forma fija, salvo Marcial González, un pescador que con su  esposa y dos  sus hijas, Bélgica y Mari Luz, dos de los siete que tenía,) ocupaban una de las chozas de pescadores  a donde veían huyendo de los crudos inviernos del Cotillo  de donde eran.
 
            Trabajó usted en faenas del campo, acabó montando  su pequeña tienda para gentes marineras y para las  que, turistas o de los pueblos, aparecían los días de fiesta.
  
            Y, por supuesto, conocida, y necesaria  por sus comidas  para aquellos marineros de barcos que arrumbaban a esta caleta refugiándose de malos tiempos, o aquellos otros que en las mareas altas, como las de estos pasados días , por extraño que les pueda parecer, ponían  proa a la arena para embarrancar aposta  en la playa, convirtiéndola en astillero o varadero del que se hacían a la mar tras proceder al carenado mas original que se pueden imaginar;
  
            El de limpiar fondos al acostar el barco a una banda y otra  entre mareas.

            Frasquita Calero mas tarde mandó a su hijo a estudiar a la Escuela Náutica de Lanzarote  y, quedó sola con Petrin y su  vieja chalana;   se agenció unas nasas con las que coger pescado  para venderlo seco o fresco si se terciaba; desafiaron  tormentas  y soledad; remaron  como lobos de mar; levaron nasas y defendieron su tiendita apartada y solitaria  contra juerguistas  que aparecían de día, de noche o madrugada, no  siempre con respeto y buenas intenciones.

            Se curtió de tal manera que ni siquiera le asustaban después los rudos legionarios  cuando tuvieron aquí cerca un campamento.

            Declaraba Frasquita que, curiosamente, y en contra   de lo que se decía,  nunca fueron ellos  clientes mas conflictivos  que los del país,  y que cuando los legionarios tuvieron alguna trifulca era entre ellos  y no con los demás, ni con la casa.    
  
            ¡Cuánto tuvo que luchar en tiempos anteriores a todo esto.¡   Tanto,  tanto fue, como para llegar al desespero máximo.

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        Y LLEGANDO A ESTE PUNTO..
  
            Perdóneme desde su tumba Frasquita, pero aunque a mi mismo y seguro que a cuantos escuchan, nos escalofríe, especialmente a ti Petrín y a los tuyos, he de contar, y así lo tengo en los archivos del alma, algo impresionante de tu madre.
  
            Y conste que si lo cuento es porque antes he pedido tu permiso, y porque, pasado ya tanto tiempo, y cuando vemos que esto, con la Virgen de la Peña del Mar, cuyas fiestas pregonamos, se ha convertido en lugar de cita anual, es cosa digna de contar.

            Y es que, ante sus hijos (Miguelín, y tu Petrín,)  Frasquita Calero  me hacia el triste   relato de que en los primeros tiempos mas difíciles, abatida por  su poca fortuna y horizonte, con sus dos hijos cogidos de la mano, vencida y atolondrada, seguida de un perro que compartía sus penurias,  llevaban  camino de los Riscos  de Juan Ramos y Caleta  Corcho, altos y entonces solitarios parajes de la costa, con el propósito convenido de elegir lo mas peligroso y lanzarse todos desde lo alto contra las rocas y el mar.

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            Pero sucedió que, como si fueran sus Ángeles de la Guarda, sus obedientes  criaturas  le hicieron, entre otras, la inocente pero  estremecedora pregunta de -¿por qué, madre?
  
            Pregunta sin respuesta posible  que sirvió para despertarla, angustiándola de tal manera, que, abrazándoles llorosa, (me contaba haber desandado el  camino volviendo,) para su fortuna,   la de sus hijos y de su manso chucho, a seguir enfrentándose a la vida en este "asocado"  rincón,  de la playa  mas bonita  de cuantas conocí, y ahora revestida además  de respeto cristiano por este fenómeno de la Virgen que aceptaron tener sus fieles majoreros.

            Ese fue, respetada amiga, el más grande triunfo personal suyo dejando muestra del temple y ejemplo de sacrificio a la mujer majorera.
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            Por eso me entusiasmé cuando me dijeron fechas atrás que le iban a hacer un homenaje en vida y que, como ya  he contado, nunca se hizo.

            También  me entusiasmó ahora al hablarme en nombre del Sr. Alcalde, el  Concejal don Miguel Quesada, tras  recibir la Invitación oficial del Ayuntamiento.
(Gracias señor Alcalde don Juan José Cazorla Hernández)  por su invitación  para ser  pregonero de la Virgen de la Peña del Mar compromiso que acepté  desinteresadamente y de inmediato.
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            Por eso, muchas de las cosas que ya  escribí emocionado, las leo ahora para ustedes   con mas emoción todavía,  porque no solo Frasquita,  sino que también su hijo Miguelín, que terminó siendo conocido y acreditado mecánico naval en las islas, y sobre todo en África, han fallecido, quedando solo Petrín, que es la que puede atestiguar la veracidad de este frustrado drama que cuento de su historia.
            Y más emoción siento todavía en este acto pregonando el día de una Patrona de creciente advocación pública, y de cuya entronización fue madrina  la Petrín superviviente.

            Me produce alegría el encargo por todo lo que va dicho  y porque, aparte de las bellas historias que puedo contar de la Virgen, de Frasquita y de Caleta Fuste,  existe también algo de la mía personal  y familiar.

            Que, ninguna de las pocas familias que con la mía coincidíamos en las estadías hemos podido olvidarlas.
  
            Personas que he de citar en este pregón; porque al fin y al cabo son precursores de la transformación del Castillo  en pueblo. Mientras  Frasquita, auténtica pionera, apagó la sed o el hambre a muchas y desconocidas aves de paso  en  el gran descampado que era esto, fueron unas 10 familias, que conocí, quienes hicieron aquí una vida mas o menos continuada.

            Ellos  deben estar en la memoria aunque no todos fueron vecinos del municipio de La Antigua como es Petrín  y Juanito Domínguez con bicicleta de un solo pedal porque es ciclista de una sola pierna. La otra la perdió  en accidente de trabajo en uno de los molinos que había por aquí cerca de la Guirra.

            Juanito Domínguez es gran pescador de viejas y le recuerdo saltando de piedra en piedra por la costa , bolsita de carnada y caña al cuello, muleta pegada al sobaco y el zurrón con el producto , siempre generoso , de su pesca.
    
            Hombre dispuesto a echar una mano para poner motores de la luz en marcha o arreglar sus averías. Una conocida y apreciada figura entre nosotros.

            Otro de los primeros era Diego Sarabia, decían de él que, sin ser alto, sí era  el mas fuerte y poderoso de su comarca.
  
            Apolonio y el viejo Valladares que vivía en una especie de cabaña golpeada por la mar, acompañando su presencia con el violín, guitarra, o acordeón; ya que en aquella vida tan solitaria  lo dominaba todo, y a  quien posiblemente podían conocerle por sus sones, hasta las morenas que capturaba con los tradicionales tambores metálicos.
  
            Ellos, y otros que seguro  citaremos, fueron los   vecinos de este lugar que se resistieron a marcharse de aquí por las buenas,  y que, para desahuciarles tuvieron que pleitear largo tiempo con el inflexible alemán Muller, primero creo de los que administraron los enormes terrenos comprados a los Velázquez y de la Peña, López Socas, Calixto Alberto y don Carlos Suárez junto  a otros que no recuerdo.

            Eran las familias que finalmente encontraron comprensión a sus demandas en otro alemán, HER PROViTINA que les proveyó de compensaciones manteniéndose después todos   con apartamentos  nuevos en ésta que llegó a ser la mejor y mas respetuosa  urbanización turística  de las islas, aunque hayan terminado exagerando al remontar un poco su tope poblacional.

            Ahora nos dicen que, más que ampliar, deberían mejorar cuanto queda hecho.
  
            La verdad es que merece la pena para mantener su limpia  fama internacional.
                
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            Para dejar la historia mas completa, he de recordar también como visitante e hijo adoptivo  a alguien entrañable del pueblo de La  Antigua que, acompañado por esposa y su ejército de hijos (tenía 7 u 8) visitaba con frecuencia esta playa en su estado primitivo-.

            Me refiero a Octavio; A.T.S (o practicante  como se decía entonces) hombre rubianco de gran corpachón,  condecorado y recordado digo  en La Antigua, donde era casi médico, consejero y familia de todos porque por todos se desvivía,  como siguió haciendo después cuando estuvo   en el aeropuerto. Recuerdo que, como valenciano que era (pasado por la bandera majorera,) nos hacia grandes  paellas a la sombra del
Castillo.
  

            La visita también de Zoila, hijos y  su  esposo Paco Melián , que fue gerente del primer gran almacén de víveres de la Calle Almirante Lallemand en el Puerto

 Paco Melián y familia, amantes de la Playa del Castillo, fue, desde 1945 hasta envejecer, retirarse y morir, Presidente del mas viejo club de las islas, EL HERBANIA, principal sociedad majorera actual en la que  permanecen, siempre fieles, sus hijos. Uno de ellos, Sergio, es actual presidente.

            Recordamos ¡cómo no¡ aquellos  festejos organizados  en la casa de Manolo Nieves, chistoso vecino que tenía una gestoría en el Puerto, (regentada por Pedrín) ,  y  una vieja y gran  casa en el Castillo donde se celebraban reuniones con canciones de jocosas letrillas, cruzadas  especialmente  entre Gregorio, conocido gran maestro y buen pescador  que cojeaba al caminar , y su mujer , peluquera , Mari  Pepa.
  
            Y a Vicente González ,  que tenía  su enorme chalet a la salida del Puerto ; sus tierras en el Barranco  de la Torre; a un hermano  convirtiéndose en excepcional pintor internacional  y a otro como rector magnífico de la Universidad de La Laguna , y que en varias ocasiones aparecía  por aquí  con sus papitas bonitas y el vino de Tacoronte para los festejos,..

            Inolvidable viene  ser Ramón Díaz  Peñate y  Carmensa , su esposa, muchísimo tiempo empleado de Iberia, y aquí, como correo del Zar, mensajero y comprador de todo artículo o medicina en  las emergencias  puesto que todos los días  hacia el viaje de ida y vuelta desde el Castillo a las oficinas.            

            Debe recordarse también a Marcial González del Cotillo, y su numerosa familia que eran, como ya dijimos antes   una  de las pocas residentes  del invierno.
                                          
            Y para  que vean qué cosas curiosas se producen en la vida sin que apenas nos demos cuenta, resulta que Vicente González, el mismo que dio el pregón de estas fiestas el año pasado  es hijo de  Marcial, muy divertido pero sacrificado pescador que huyendo de los duros inviernos del Cotillo  aparecía por el Castillo, de Caleta Fuste.

  
            Recordar igualmente a aquella viejita  bondadosa que venia los domingos temprano desde Antigua o Trijivijate   con sus grandes cestas de tunos poniéndose  a la entrada de la terraza con el cuchillo en la mano, como si fuera un bisturí de cirujano pelando y ofreciendo gratuitamente el rico tuno  a quienes se le acercaran.

            Con permiso de la Virgen y de su Pregón, porque por de ella estamos hablando, convendría que le recordara a Frasquita, por si nos oye, así como a ustedes, mas cosas de las que, aun siendo en apariencia   insignificantes,  llegan al corazón, como aquella reunión de  casi todas las noches mientras durara el petróleo del motor de la luz,(que de otra o había) jugando al "inocente cinquillo" de la baraja   junto  a Lucrecia, esposa de Bernardo Hormiga, singular majorero, (padre de Javier, Alejandro, y Alvaro, ahora guardianes   empleados del Aeropuerto y del muelle,)  que durante tantos años plantaba su caravana por allá enfrente para estar junto al Castillo y la mar, y que luego compró un apartamento en Los Castillos porque en sus últimos años, cojeando de una dolencia, de la que murió no se amañaba  a estar lejos de esta playa .

            Igual como hizo Sebastián Hormiga conocido abogado sindical y familiar suyo adquiriendo un apartamento en la misma veterana urbanización.
  
            También a Nora, fallecida esposa de Manolo Medina, propietario del único chalet, ya desaparecido  cercano al Castillo, que tenía ante si una formidable piscina natural que se llenaba en cada marea. Mis hijos pescaban y no poco dentro de ella.
  
            Don Manuel que fue propietario de una agencia consignataria de buques en la Isleta (Gran Canaria) siguió viviendo hasta fallecer en esta Playa solitaria cuna de sus felices años de juventud, y sus preferidas pescas de grandes lebranchos.
  
            Estará presente en el recuerdo Arístides el médico que tantas tranquilidades traía desde Puerto del Rosario  con su presencia  motorizada al Castillo en momentos de apuro.
      
            No habrán olvidado los veteranos pobladores veraniegos  a Conchita, mujer de Juan Bordón Falero,  comerciante de Tenerife, (encargado de las Afortunadas), que tenía también chalet sobre estas arenas y que fue compensado con apartamentos en los que permanecen sus hijos.
  
            Y mi mujer, Carmen Miranda,(hoy cumple años, felicidades)  que tanto les apreciaba y aprecia,  que no tenía ni tiene apartamento aquí, aunque si, eso sí, el recuerdo imborrable de aquellos tiempos desde los  que nos vienen quemando los  años, buenos y malos,  cuando ya  estamos a solo dos meses de cumplir las Bodas de Oro de nuestro matrimonio .  (Cosa tan extraña en estos tiempos en que eso se ve como un fenómeno).

  
            Por mi parte nunca he olvidado que  mas de una vez Frasquita y Petrín, quedaron al cuidado de nuestros hijos, cinco, sobre todo de Sandra, mi hija mas pequeña, entonces con apenas unos meses , y desgraciadamente, única que falta ahora en  nuestra nómina familiar.

            Ellos bebieron la leche de sus cabras y café de su original  colador ; yo fui, muchas veces  chofer voluntario  de Frasquita  en las compras que ésta hacia en casa de Inesita  Albertos, en  Puerto del Rosario o en  la tradicional, antigua y gran tienda del Canario , o en la ya mas moderna de Mederos , o en los Peñate, o cuando estaba atenta para comprar las mejores papas en la tienda tradicional de Listrito en La Antigua comerciante que murió arrollado por un coche prácticamente a la puerta de su establecimiento.

            Como ir con ella a la Plaza del Mercado por comprar alguna carne que nos recomendaba  Francisco, aquella admirable persona , trabajador del muelle , conocido por "el  Matarife", porque lo era, como fue también, después, importante puntal de servicios sociales y Cruz Roja , a quien se le dio una medalla de mérito rindiéndosele un merecido homenaje.

            Por todo eso  es lo que yo digo que Frasquita es el mismo Castillo y  que con ella reverdecen   los mas  hermosos recuerdos de quienes la hemos conocido sean o no del gran municipio de La Antigua.
  
            Recordamos su orgullo cuando don Leonilo Molina, el cura párroco de Puerto del Rosario, rotuló aquí en el Castillo una calle compuesta por apenas dos cuevas y un par de casas con el "pomposo" nombre de CALLE DE TRIANA ,(con su letrero y todo) y otra calle con mas o menos bulto, y el nombre de don  Benito  Pérez Galdós.
    
            Aquellas casas eran de Don Manuel y Doña Hortensia, (conocidos farmacéuticos,) de  Castiñeira, Don Arístides, Gregorio, Mari Pepa, Manolo Nieves, Antonio Alberto y muy pocas más, aparte de las viejísimas chozas marineras.
  
            Y recordamos  la pena que se  sintió  por el drama y desaparición de la reina elegida del Castillo , aquella  Virgen  de la Peña del Mar que pregonamos este día, y   por la que tanto  entusiasmo pusieron, sobre todo Jaime Gil , y con él Alberto Lamarca , el Pechuga, Domingo el Chavino Perdomo y Rafael Pérez
  
            Los primeros que hemos citado con la idea. Los demás pidiendo su rescate después de producido el suceso del soterramiento. Y como  figura principal el cura Párroco don Leonilo acogiéndola en sus hojas parroquiales;. yo  mismo y otros periodistas difundiéndolo por radio prensa y televisión.; y el pueblo majorero, que  tanto oía la radio,    respondiendo en los primeros momentos a la llamada de entregar pequeñas cantidades de plomo  en los puntos elegidos para recibirlas,  como se pedía ,o sea: En la Parroquia; En Casa Frasquita  y en  la  casa del inolvidable tendero y propietario  de la entonces única cámara frigorífica de Puerto del Rosario,  Pepe  Hierro:
  
            A esos sitios iba a  parar el plomo procedente de todas partes de la Maxorata y hasta no sé si  desde Lobos lo mandaría también   el bueno y desaparecido Antoñito el Farero,  por contribuir  al montón que mas tarde fundiría el viejo Lico  Lavandera y el artista José Melián   con quien  he tenido la ocasión  de charlar antes.
  
            Han pasado 39 años, desde  que hiciera aquel famoso vaciado permitiendo la presencia de la réplica de esta Señora del Mar,   bendecida por don Leonilo ,y sumergida luego hasta un Santuario tan original y hermoso como es el fondo de aguas cristalinas de esta entonces su  playa.
  
            ¡Cuántos serán los majoreros que recuerden aquellos episodios de tiempos tan difíciles como inolvidables.¡  
    
            Puesta en movimiento, la idea contó con todos los permisos oficiales conocidos, pero pese a ello nada sirvió a la hora de su protección  cuando ya era una realidad.

            Hasta yo mismo hice un programa del proceso creador de Lico (fundidor) y Melián (artista) con entrevistas incluidas por televisión. Programa  que por curioso tuvo que repetirse entonces  a petición pública y que aun ahora sería visto con agrado si no hubiera desaparecido de los archivos de TV. donde lo ha estado buscando en Madrid meses y años Guillermo Aguado compañero de TV y director de MEMORIAS DE LAS ISLAS que suele verse ahora en blanco y negro rememorando  cosas del pasado.
      
            El progreso fue quien, seguro que involuntariamente dañó a la naciente tradición de una  reina submarina de Fuerteventura.
  
            La versión mas generalizada, (aunque también se comentó que había sido sustraída cosa difícil por su peso y su potente fijación) es la de que  yace sepultada bajo toneladas de escombros producidos por el talud de la construcción del muelle deportivo de donde van  partir mañana como número deportivo del programa de estas fiestas, numerosas embarcaciones de pesca de altura.

            Aquella imagen de plomo y el misterio de su desaparición ya no se pueden recuperar como seria el gusto de todos, pero ¡sí que  se puede repetir.¡

            Es una esperanza que no está  perdida ni olvidada.  

            Por ustedes menos que por nadie.

            La  hija de Frasquita, Petrin, es la madrina  de la vieja entronización.
    
            Ella sigue poniendo flores frescas  en ese pequeño santuario existente en tierra seca, donde se dicen misas al aire libre, terreno  intocable hasta ahora, aunque se encuentra rodeado de construcciones turísticas junto a las viejas piedras del Castillo.
  
            Es como si fuera bandera de espera, guardián  y recuerdo de aquellos sucesos que un pueblo  no puede dejar en el olvido.
  
         Los mayores de entonces, y los que les han venido sucediendo, y ustedes, majoreros que escuchan,  están obligados a no olvidar.

         Yo preconizo, sin saber para qué año ni por parte de quien, que un día alguien lo recordará por aquí   con  un suspiro de pena…y que en otro día, otro alguien, rabioso lo recordará con un rugido… de rabia. Y que mas adelante, entre  penas y rabias, puede que  aparezca quien con máquinas modernas o a golpe de pico y pala, libere de cementos y escombros la  imagen sepultada. O proporcione las vías y medios de una nueva que mantenga vivos, estos recuerdos pasados que se van olvidando.

            Mientras tanto seguirán ruegos protestas y lamentaciones, saliendo quizá quien, como  DOMINGO EL CHAVINO defienda con  vehemencia escrita  la recuperación de la imagen enterrada dirigiéndose con peculiar ortografía al Rey en carta  manuscrita pidiendo justicia.
  
            Me refiero al mismo Chavino a quien ahora estamos deseando pronta recuperación de la enfermedad que le aqueja.

            Aparte de la singular carta que cito  recuerdo aquel enfadado final de una larga Oda dirigida a la Virgen de la Peña del Mar  diciéndole en las ultimas estrofas

                                   adiós te vuelvo a decir
                                   que bien sé que no estas muerta  
                                   y aquel que te cerró la puerta
                                   tendrá  que volverla a abrir .


            Cualquier otro día, (y aquí queda dicho,  dentro de mi pregón que es el tuyo,) aparecerá algún  político hambriento por arrasar para sí los votos de la gente ..

            O que lo acoja y apruebe un cura, preferentemente Párroco en  Antigua, municipio al que pertenece  el sorprendente mundo turístico que es Caleta  Fuste.  
        
            Y un obispo que lo crea justo y lo catapulte desde su Autoridad eclesiástica, y pondrán en su programa de candidato, como un deber, oficial o ciudadano, esto de rescatar de su encierro físico la imagen  Patrona de los submarinistas, acontecimiento cuya  historia acabaría siendo difundida por todo el mundo  como soñaba y creo que sigue soñando (Tamariche) Rafael Pérez, Delegado de la Unión de radioaficionados españoles en Fuerteventura.


            Es cosa posible ,

            ¡Tantas cosas son posibles¡
  
            Aunque ahora ya no tanto, recuerdo que  en otros tiempos era posible que en el mismo fondo del mar que nos ocupa, aquel joven  catalán  submarinista, pareja de la atractiva y tan conocida rubia Rosi, del famoso bar de Puerto Cabras, llamado Alberto Lamarca, hablara con los meros, cuyas cuevas de todos estos alrededores tenía prácticamente censadas,  y capturando de vez en cuando el  mero apropiado al día,  para él, o encargado muchas veces  por Frasquita, para algún especial caldo de pescado.
  
            ¿De cuanto peso hace falta el mero ?- solía preguntar Lamarca-
  
            Y el traía el deseado. Todos menos aquel a quien  consideraba como el abuelo  de la colonia y  por quien un día lloró, que yo lo vi llorando,   al comprobar que otro submarinista lo había capturado.

            Frasquita conoció y vivió todas  estas historias que contamos para ustedes .

    
            Desde donde ella esté recordará con veneración aquel día  en que fue respetuosamente sumergida por los alemanes,  sus amigos, y personal vario de la tierra majorera, la reproducción de la Virgen de la Peña portada a bordo de una chalana  de Bernardo  Hormiga, otro clásico de esta playa,  de quien yo se, porque me lo dijo  con su tartamudeo, que  hablaba  con casi todas las palmeras de este Castillo de Caleta Fuste porque fue él quien  las  crió en su vivero para  plantarlas luego en la urbanización.
  
            Se dedicaba a eso. Y las saludaba.
    
            "Son como hijas  mías, solía decir". Sería quizás porque el no tenía hija alguna y si tres hijos varones.
  
            Estoy seguro de que si viviera, aparte del sentimiento  de ver enterrada bajo escombros la Virgen que él mismo depositó en el mar,  sentiría gran  pena al ver los daños que el maldito picudo rojo viene haciendo ahora a sus hijas palmeras del lugar.
  
            Sabemos  que a unos mas y otros menos la muerte hace olvidar a muchos de los personajes del tiempo, pero de usted, doña Frasquita tenga por seguro que siempre quedará el recuerdo de  haber sido la primera en hacer ver que valía la pena permanecer en el Castillo donde vivió hasta sus 93 años.
    
            Por eso, ante autoridades amigos y seguidores de la Virgen Majorera mezclamos tanto su nombre y su recuerdo en el pregón de la Fiesta Mayor, contentos  todos por haber tenido en este maravilloso rincón, con usted, a  la verdadera pionera de la vida turística del Castillo de Caleta Fuste.



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            Por eso es por lo que quise hablar aquí.

            Perdonen ustedes porque  bastante que hablé.  Se lo merecían, pero ya no mas,..

            Bueno si, solo una cosa, pedir en la  fiesta de la Virgen de la Peña del MAR  protección para ustedes,  sus submarinistas  y seguidores, y  a todos pedir  orden y felicidad en su celebración.
            ¡¡ESTE PREGON ABRE LAS FIESTAS ¡¡ ¡diviértanse con mesura¡¡  y no olviden, si se tercia la ocasión,  de hacer un día algo que permita  ver de nuevo en su santuario submarino a una Virgen a la que hicimos nacer con la intención  de sumergirla en el mar para  rodearla de flores y corales , mas nunca  ¡nunca lo hicimos vive Dios¡ para que quedara como se supone que está ,aprisionada bajo el peso de residuos del trabajo de los hombres.

            Algo tendremos que hacer para evitarlo.
  
            Aquellos que lo consigan serán generosamente  alabados y bendecidos.

            Así lo siguen pidiendo desde sus tumbas para  que les oigamos Jaime Gil  que promovió la idea, don Leonilo Molina que  la dejó impresa en sus hojas parroquiales, sus homilías y oraciones.  

            Y el Ayuntamiento de La Antigua y sus gentes  que la acogen y festejan en su Castillo de Caleta Fuste.


            Amigos todos,
                                
            Fuerteventura  entera..y cuan larga es.

            Gracias por su atención y buenas noches